¿Qué debo hacer si mi hijo sufre acoso escolar?
Pautas parta actuar con tu hijo ante el bullying
- Si ha confiado en ti, directamente, y te lo ha contado, enhorabuena. Ya tienes parte de su confianza ganada. Si no ha sido a través de él, te has enterado por indicios que has ido viendo, o porque algún compañero ha dado la alarma, no le generes más culpa con preguntas del tipo: “¿Cómo no me lo has contado?, “¿Seguro que es acoso?”, “¿No serán cosas de chavales?”. No pongas en duda su historia y mantén la calma. Deja que cuente todo lo que tenga que decir, que se desahogue y, sobretodo, trata de averiguar cómo se siente.
- Hazle ver que confías en él, que vas a estar a su lado y sobretodo, explícale que él no tiene la culpa de que lo que está pasando. Respuestas como “Tú lo que tienes que hacer es pasar de ellos” no hace más que aumentarles la culpa e inhabilitarles más. Seguro que lo ha intentado ya y no ha funcionado; de esta manera la responsabilidad total recae sobre él, y siente no haber sido capaz de solucionarlo.
- Ayúdale a “practicar” para poder enfrentarse a sus acosadores desde la asertividad, no con la violencia (eso sólo genera más violencia). Simulad situaciones que ya le hayan ocurrido o que tema que le pasen en los próximos días, y que utilice frases como: “Ya no voy a dejar que me hagas esto más”, “A partir de ahora voy a contar todo lo que me estáis haciendo”
- Esto a menudo no es sencillo. Tu hijo ha sufrido mucho, y tal vez durante años. Su autoestima se ha visto mermada hasta quedarse reducida a la mínima expresión. Tal vez hasta pueda sufrir trastorno por estrés postraumático. Recomendamos encarecidamente que tu hijo pueda recibir asistencia psicológica para volver a rearmarse, a creer en sí mismo, y a superar ese trauma que tanto le puede marcar, sobretodo en estas edades, para relacionarse en un futuro y en su propia salud mental.
- Aunque no podemos generalizar, el cambio de centro escolar no es la mejor solución. Hay datos que confirman (Fundación ANAR) que el 83% de los niños que han sufrido acoso y se han cambiado de centro, han vuelto a sufrirlo. Salen tan dañados de estas situaciones que han perdido todo tipo de habilidades sociales y autoestima para relacionarse. Por eso hemos de volver al punto anterior. La víctima necesita volver a tener confianza en sí misma, rearmar su autoestima y reconstruir sus habilidades sociales perdidas a través de la ayuda psicológica. Solo después podrá enfrentarse nuevamente a sus acosadores en el mismo centro, o a futuras situaciones de riesgo en otro centro.
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